Hace dos años, estuvimos gritando en la entrada de la puerta del Sol con esta canción que "la pobreza no es un mal endémico inevitable"; poca gente nos oyó, porque como tantas veces, los mass media no hicieron eco de esta manifestación. Contra la pobreza. Siempre intentan callarnos, y hasta ahora, en este País, lo habían conseguido. Pero oye, yo siempre he seguido esperando ese grito de mi generación. Esa revolución donde las armas son la voz; y ahora tengo miedo de que me despierte mañana, y esto haya sido sólo fruto de un sueño. Es un orgullo pertenecer a una generación capaz de levantarse por un mundo nuevo; es un orgullo el oír ese grito tan fuerte que exige que las cosas cambien, que nos escuchen, que no somos mercancía en manos de banqueros.
"(...) lo único que había que ponerse todos de acuerdo para gritar todos al mismo tiempo y exigirlo todos al mismo tiempo y que se vea la fuerza de esa idea que todo el mundo comparte".
"Dirán que estás perdiendo la razón... PERO PREFIERO ESTAR LOCO A SER SU ESCLAVO".
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